Hasta el 31 de marzo de
2013 el Museo Carmen Thyssen de Málaga propone una excelente escusa para
visitar la hermosa capital andaluza.
La exposición "Anglada-Camarasa. Arabesco y
seducción" ofrece un recorrido a través de la imagen de la mujer en
la pintura de Hermen Anglada-Camarasa
(1871 – 1959), uno de los artistas catalanes
modernos más relevantes de la primera década del siglo XX que asimismo gozó de
una importante fama internacional.
Anglada-Camarasa
estudió Bellas Artes en Barcelona dando soltura y forma a sus ansias creadoras.
Pronto se independizaría de sus raíces y fijó su residencia en París. Ese París
del Degas revolucionario dentro de unas normas de la estética pura; de un Renoir
de mujeres ampulosas y regordetas y de un Sisley que imprimía a la pincelada de
su pintura el color y el estilo de un futurismo no sin cierta cautela. Hermen
rompió con los moldes de una pintura que a él se le antojaba anacrónica y
arcaizante y se lanzó por nuevos caminos alejados de un estilo de marchamo
hispano.
En
la sala 3 (El esplendor de la mujer)
de la citada muestra temporal podemos hallar su obra “El ídolo” (1910). Si la
raza torera es por atavismo, por ascendencia y por su ambiente enormemente
viril, este diestro no lo es tanto. Vestido de un recargado oro y rosa palo, el joven
matador muestra faz serena y pose hierática. El fondo, un cortinaje terminado
en tonos azules, crea ese ambiente perfumado de la rue de la Paix y cigarrillos
“Khedive”, aquellos pitillos egípcios o turcos con boquilla de pétalo de rosa... esos que nunca entraron
en un “colmao” ni se volatilizaron en una tienta.
Imprescindible para el
aficionado.
"El ídolo", óleo de Anglada-Camarasa.
1 comentario:
Querido Pepe,
muchas gracias por tu comentario y mis mejores deseos para ti, los tuyos y todos los seguidores de tu gran "Tertulia..."
Un fuerte abrazo,
Luis
Publicar un comentario