miércoles, 6 de febrero de 2013

Zacarías González y su "Torero"



El  pasado año la ciudad de Salamanca acogió una muestra de uno de los más importante pintores de la tierra, Zacarías González (1923 – 2003). A él pertenece este “Torero” pintado sobre cartón (41 x 46) con el que ilustro este post. 



Tras su ideal (“es más importante dibujar que pintar y aún cuando se pinte, en una obra más vale el dibujo que el color”) se encerraba un carácter introvertido y casi huraño. Comenzó a dibujar a los tres años y ya muy joven dibujaba para la prensa local salmantina retratando a personajes del momento. Más tarde obtiene el titulo de maestro nacional y después se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios. En 1948 expuso por primera vez de manera individual. En 1950 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y comienza a relacionarse con el ambiente artístico de la capital. A partir de 1960 participa en numerosas muestras colectivas nacionales e internacionales.

Su pintura pasó por tres etapas diferenciadas. Una primera figurativa (1940-1960) influido por artistas como Benjamín Palencia, Solana y Cézanne; una segunda etapa abstracta (1954-1965) acabando obras con abundantes texturas y elementos ajenos como la forja, la madera y las telas y, finalmente, una segunda etapa figurativa entre 1965 y 2003.

Para entender su obra hay que acercarse a su persona. Hombre de naturaleza íntima pintaba fundamentalmente para sí mismo y sufría al desprenderse de su obra. Esa manera de ser se agudizó en los años 60, llevándole a recluirse en su estudio de la capital charra quedándose fuera de los círculos artísticos de forma voluntariamente elegida. Falleció en Alicante.


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