Bajo el título “Fotografía
y pintura taurina” la peña taurina “Los Areneros” ha cerrado esta mañana con éxito
de público sus tradicionales charlas anuales.
Tras un retraso técnico (pintura y
fotografía ¡quién dijo informática!...), el profesor Juan Miguel Sánchez Vigil
y el editor y fotógrafo Manuel Durán dataron en mediados del siglo XIX el
inicio de la fotografía taurina. Algo que en un principio supuso un
inconveniente para los artistas plásticos pues nada más objetivo y menos interpretable
que una foto. Unido a ello surgió la necesidad entre los profesionales de luces de retratarse en lugar de posar durante horas para un óleo, además de resultar
más económico y fácil de difundir. Esto obligó a muchos pintores a echarse cámara
y trípode al hombro. De esta forma comenzó un enlace entre ambas artes que perduró hasta
los años 20 del siglo pasado, momento en que la pintura tomaría otros
derroteros menos dependientes de la imagen. En la actualidad se complementan de
forma funcional de manera que no resulta extraño reconocer en lienzos fotos de
imágenes que circulan en revistas especializadas y en la red.
Más que mil palabras...
Los ponentes ilustraron
su charla con la proyección de imágenes en las que se aprecia un claro
maridaje entre la fotografía y la pintura taurina de todos los tiempos. Algunas
como las siguientes:
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| Cayetano Sanz "Petronio de Arganzuela" en el estudio y visto por el gran ilustrador Daniel Perea para "La Lidia" |
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| La obra de Manet también se apoyó en fotografías taurinas. En su estudio se hallaron numerosas instantáneas de la época. |
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| Curiosa coincidencia la de este paseíllo pintado por Benlliure y la foto del francés J. Laurent, el cual puede considerarse el primer "photoshopero" conocido pues ya cambiaba algunas de sus fotos. |
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| "Gallito" pintado por Ruano Llopis y en el estudio posando ante un telón que ambientaba el ruedo. ¡Cuantas horas evitó el de Gelves en semejante postura! |
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| Desempolvada hoy por Talavante, Arruza y su "arrucina". Foto y cartel del gran Juan Reus. |
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Es probable que el gran pintor Eloy Morales se basase en esta foto de Luis Mazzantini para su óleo.
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(fotos: Luis López)
Tras un retraso técnico (pintura y
fotografía ¡quién dijo informática!...), el profesor Juan Miguel Sánchez Vigil
y el editor y fotógrafo Manuel Durán dataron en mediados del siglo XIX el
inicio de la fotografía taurina. Algo que en un principio supuso un
inconveniente para los artistas plásticos pues nada más objetivo y menos interpretable
que una foto. Unido a ello surgió la necesidad entre los profesionales de luces de retratarse en lugar de posar durante horas para un óleo, además de resultar
más económico y fácil de difundir. Esto obligó a muchos pintores a echarse cámara
y trípode al hombro. De esta forma comenzó un enlace entre ambas artes que perduró hasta
los años 20 del siglo pasado, momento en que la pintura tomaría otros
derroteros menos dependientes de la imagen. En la actualidad se complementan de
forma funcional de manera que no resulta extraño reconocer en lienzos fotos de
imágenes que circulan en revistas especializadas y en la red.
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