Hace unos días me hice
con un ejemplar aun sin guillotinar de “El libro de Cañero”, texto escrito por Rogelio
García Pérez (“El terrible Pérez”) supuestamente en 1926. Y digo supuestamente
pues no aparece año de edición y porque esta rápida biografía del rejoneador cordobés extiende
sus datos hasta esa fecha. Libro que llamó poderosamente mi atención por las ilustraciones del
notable dibujante taurino Ricardo Marín (1874 – 1942) y una página desplegable con un
apunte del gran Roberto Domingo (1883 –
1956). El autor se confiesa
amigo de Antonio Cañero Baena (1885 – 1952) al que acompañó en triunfos,
cogidas y una enfermedad que casi le causó la muerte. De hecho, el libro podría
bien llamarse “lo que de Antonio Cañero sé por mi”.
El caballero rejoneador
nació en Córdoba en el seno de una familia de jinetes. Heredero de
las grandes cualidades ecuestres de su padre, pronto empezó a saltar en
concursos distinguiéndose en los hipódromos de España, Francia y Portugal. Militar
de profesión, comenzó su andadura taurina toreando entre 1913 y 1917 un gran número
de corridas benéficas. En ese tiempo sufrió tres graves percances (Córdoba,
Palma del Río y San Roque). En 1918 volvió al ejército ascendiendo a capitán y
fue quien en 1921 organizó y toreó una corrida patriótica de gran éxito en
Madrid.
Su primera salida a
ruedos franceses fue en Dax, donde entusiasmó al público galo hasta el punto de
torear en varias plazas del sur de Francia. En 1923 lidió 23 corridas
alcanzando al año siguiente cerca de 60 festejos. Pero triunfal fue la temporada del año 25 al ser la
base de los mejores carteles, llenando las plazas de primera y terminando por
torear, incluso, en París. En 1926 perdió más de la mitad de la temporada de
resultas de una grave cogida en Bilbao, quedándose ahí esta biografía a la
espera de la temporada del año 27.
Dcha.: Apuntes de Ricardo Marín |
Cuenta el libro con
secciones firmadas por los críticos del momento, impresiones de sus actuaciones
en Francia y Portugal y un extenso capítulo con opiniones de nombres de la época
como Machaquito, Benlliure, Belmonte, Bombita, Manuel Machado, Vicente Pastor y
Sánchez Mejías y plumas de peso taurómaco como K-Hito, Caballero Audaz, Uno al Sesgo y Don Ventura.
Preguntada sobre...
“¿Qué opina de Cañero?
Que en su arte sin igual
- que es una cosa divina –
Cañero no halla rival.
Lo afirma...
Imperio Argentina”
Desplegable en la página 96 de Roberto Domingo |
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