domingo, 24 de marzo de 2013

De la Rosa arranca la temporada en Las Ventas.

Tras la habitual  parada de los monstruos a la que nos acostumbra de un tiempo a esta parte el jurado del concurso de cartel de Las Ventas, un soplo de aire fresco ilustra el comienzo de la temporada.

Pintura ¡siii, pintura!. Se trata de una obra con el sello del joven pintor José María (Tico) de la Rosa. El cartel representa el saludo inicial de un alguacilillo al romper el paseillo. Obra en la que prevalecen los contrastados y equilibrados golpes de color frente a la resolución propiamente figurativa. Trabajo de un artista ilusionado con iniciar la temporada venteña y al que esta "pedrea" supone "un golpe de moral, pues hay años de sobra para llegar al cartel de San Isidro. Cuanto más tarde en llegar más habré evolucionado", según sus palabras. A renglón seguido mencionar que el cartel que se avecina para San Isidro pone en duda si entramos en el primer coso del mundo o en un parque de bolas infantil.

De la Rosa, todo un valor emergente de la pintura taurina ¡enhorabuena artista!.



El orgulloso artista posa junto al cartel.


El apunte del autor.





"Juego quebrado a mediodía", tinta sobre papel (16 x 21) de Luis López


sábado, 16 de marzo de 2013

¿Quién da más?...

El próximo jueves 21 de marzo la Sala de Subastas Galileo  (c/ Donoso Cortés, 38 - Madrid) saca entre sus lotes un par de dibujos del gran pintor taurino Roberto Domingo, tres de Terruella y uno de Picasso. Las obras y lotes son los siguientes:


 "Toros en el corral" (lote 240) dibujo a tinta y acuarela sobre papel (23,5 x 33) firmado de Roberto Domingo.

"La muerte del toro" (lote 217) dibujo a tinta y acuarela sobre papel (23,5 x 33) firmado de Roberto Domingo.




Tres dibujos a lápiz sobre papel (21 x 29,5) con el mismo título, "Torero" de Terruella (lotes 218, 219 y 231)



"1er carnet de toros y toreros" (lote 379) de Picasso


Por otra parte la Sala Retiro  (Avda. Menéndez Pelayo 3 y 5 - Madrid) subasta un curioso "Apunte de corrida de toros. La puntilla" de Joaquín Sorolla el mismo día 21. Por su rareza dejo aquí esta imagen:



Se trata de un óleo sobre cartón fino con imprimación color beige claro, pegado a cartón de fabricación francesa (25,3 x 35,5). Conserva la siguiente dedicatoria con  firma y fecha a tinta casi ilegibles en ángulo inferior derecho: "Felicidades / amigo P. Gil / J. Sorolla / 1897".  Fue pintado como regalo de Sorolla a su gran amigo Pedro Gil Moreno de Mora, a quien se lo dedica. Probablemente figuró en la Exposición personal del artista en París, en 1906, que tuvo lugar en la Galería Georges Petit, con el número 41 y el título "Esquisse de courses de taureaux". Se conserva fotografía de esta obra en el archivo fotográfico del Museo Sorolla con la referencia del fotógrafo: "Studio Yves Hervochon, Paris". Está inventariado en el catálogo razonado de Blanca Pons Sorolla con el número BPS3480. Se adjunta certificado de Blanca Pons Sorolla emitido en Madrid en 2013.


jueves, 14 de marzo de 2013

"Patio de caballos" de Durá.

Si  alicantino era Ruano Llopis, posiblemente uno de los mejores cartelistas taurinos, no es menos cierto que un paisano suyo le fue a la zaga como pintor de toros, toreros, aguadas y dibujos a plumilla: Adolfo Durá Abad (1875 – 1936).

Este post lo ilustra su “Patio de caballos” (1928), obra en la que el pintor alcoyano deja una imagen cuanto menos melancólica de la Fiesta. En este óleo (215 x 165) el artista no fija la atención en el ruedo ni en los tendidos. Durá clava su caballete en el túnel de acceso al albero para retratar a un varilarguero de cara compungida. Una escena de tarde de toros, soleada en las gradas y andanadas pero menos heroica que de costumbre entre barreras. Ese picador tantas veces desmontado brutalmente de su caballería sin peto, que frecuentemente acaba destripada.

Entre otras obras taurinas Durá dio título a “El garrochista”, “Belmonte” o “Dos sombreros”.

"Patio de caballos", óleo de Adolfo Durá

martes, 12 de marzo de 2013

"El picador" de Francés y Pascual.


  Es probable que Plácido Francés y Pascual (1834-1902) fuese aficionado a las corridas de toros. Se sabe que era amigo personal del ilustrador taurino Perea. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, de la que llegó a ser catedrático en 1861. Concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes con cuadros de género y costumbristas obteniendo varias menciones honoríficas y premios. Fue uno de los impulsores del Museo de Pinturas valenciano, antes de trasladarse a Madrid en 1870, como catedrático de la Escuela de San Fernando, donde sería uno de los fundadores de la Asociación de Acuarelistas. Fue un afamado retratista que llegó a trabajar como decorador. Como ilustrador, colaboró en la revista Blanco y Negro

Entre sus obras taurinas se encuentran "¡Qué viene el toro!" de aire lúdico y desenfadado, y "El quite", un óleo lleno de movimiento. Bajo estas líneas vemos "El picador" (1871), una acuarela sobre papel de pequeñas dimensiones (34,5 x 24,5) pero afiligranada composición.  Su obra da fe de una gran calidad en las veladuras y transparencia de los tonos.

"El picador", acuarela de Francés y Pascual.


domingo, 10 de marzo de 2013

Pintura y fotografía, genealogía de una alianza taurina.


Bajo el título “Fotografía y pintura taurina” la peña taurina “Los Areneros” ha cerrado esta mañana con éxito de público sus tradicionales charlas anuales. 

Tras un retraso técnico (pintura y fotografía ¡quién dijo informática!...), el profesor Juan Miguel Sánchez Vigil y el editor y fotógrafo Manuel Durán dataron en mediados del siglo XIX el inicio de la fotografía taurina. Algo que en un principio supuso un inconveniente para los artistas plásticos pues nada más objetivo y menos interpretable que una foto. Unido a ello surgió la necesidad entre los profesionales de luces de retratarse en lugar de posar durante horas para un óleo, además de resultar más económico y fácil de difundir. Esto obligó a muchos pintores a echarse cámara y trípode al hombro. De esta forma comenzó un enlace entre ambas artes que perduró hasta los años 20 del siglo pasado, momento en que la pintura tomaría otros derroteros menos dependientes de la imagen. En la actualidad se complementan de forma funcional de manera que no resulta extraño reconocer en lienzos fotos de imágenes que circulan en revistas especializadas y en la red.


Más que mil palabras...

Los ponentes ilustraron su charla con la proyección de imágenes en las que se aprecia un claro maridaje entre la fotografía y la pintura taurina de todos los tiempos. Algunas como las siguientes:

Cayetano Sanz "Petronio de Arganzuela" en el estudio y visto por el gran ilustrador Daniel Perea para "La Lidia"

La obra de Manet también se apoyó en fotografías taurinas. En su estudio se hallaron numerosas instantáneas de la época.

Curiosa coincidencia la de este paseíllo pintado por Benlliure y la foto del francés J. Laurent, el cual puede considerarse el primer "photoshopero" conocido pues ya cambiaba algunas de sus fotos.
"Gallito" pintado por Ruano Llopis y en el estudio posando ante un telón que ambientaba el ruedo. ¡Cuantas horas evitó el de Gelves en semejante postura!

Desempolvada hoy por Talavante, Arruza y su "arrucina". Foto y cartel del gran Juan Reus.


Es probable que el gran pintor Eloy Morales se basase en esta foto de Luis Mazzantini para su óleo.

(fotos: Luis López)

miércoles, 6 de marzo de 2013

Enhiesta cuna de fuego (óleo)



"Enhiesta cuna de fuego" 
 Óleo sobre lienzo (50 x 70) de Luis López

lunes, 4 de marzo de 2013

De bromuro y plata.


El 7 de Mayo de 1.922  Manuel Granero toreó su última tarde en Madrid. Camino de la plaza el infortunado diestro pasó por el estudio del fotógrafo "Kaulak" dejando para la posteridad una instantánea en la que el rostro del torero presagiaba su final. Esa  foto es el hilo argumental del siguiente relato corto

*   *   *


"Manolo sujeta el capote sobre el hombro contrario atendiendo a la abertura del obturador. Sostiene una mirada melancólica. No sabe qué almorzará ni qué dos toros sorteará a mediodía. Como tampoco que al caer la tarde, cerrará los ojos ahogado en cloroformo para no abrirlos jamás.

“Manué” no sabe que su última foto vestido de luces caerá, años después, en manos de ese cronista que la mira pensando con qué frase cerrar la reseña de la corrida del día. Que no intuye, como ni tú mismo sabes atento lector, qué ocurrirá al levantar la vista de esta palabra. Desconozco adonde te empujará esto que lees, pero de algún modo trato de expresar que todos somos como Manolito. A todos nos sigue el morlaco final y un último almuerzo. Así pues, mira directamente a la cámara y ¡sonríe!"

"De bromuro y plata"  -   Luis López


"Granero", fotocomposición de Luis López