Percibí en los cuadros de Parra fuerza, dramatismo y sobretodo movimiento pues el toreo es acción, nada es estático salvo la granítica colocación del matador. Los gestos dejan entrever matadores reconocidos tanto por su personalidad como por su arte, a veces en un desplante o en la airosa salida de un lance. Ordóñez llegó a decir que "el toreo es un arte y la pintura de Humberto es el toreo", una obra fruto del trabajo constante tal y como llegó a decirme. A veces no se sabe que es mejor. Un crítico taurino sabiendo que me dedico a esto comentó que "toreo y pintura son dos bellísimas profesiones, solo que en la segunda no te cogen los toros". Sin quitarle razón, Humberto Parra hace valer su experiencia en los ruedos pintando para el aficionado y el profesional lances en los que trazo y hondura van de la mano en composiciones que presumen de no ser impávidas a los ojos de todos.
Arriba: Rafael de Paula.
Abajo izquierda: Toros en el corral.
Abajo derecha: Jose Mari Manzanares, con el sabor del mejor turrón de Alicante.
(obras de H. Parra. Fotos autorizadas por el pintor)
No hay comentarios:
Publicar un comentario