Te saltaste la vida a la torera
y el mugido lloró en la yerba herida.
Quedó cambiado el tercio de tu vida
como escombro de plaza en primavera.
(“A Juan Belmonte” –
Manuel Lozano Hernández)
Mantenía hace unos días una entretenida charla con el gran pintor
Pedro Escacena. Vital y volcado en su trabajo como de costumbre, recordaba sus
obras sobre Antonio Chenel “Antoñete”, de actualidad por su reciente fallecimiento: esa
media cargada en la cadera... aquel pase de la firma con la pata pa’ lante como homenaje al maestro en su despedida del año 85... otro semigenuflexo en un
muletazo de castigo… De todos coincidimos que la alegoría que os
muestro, quizá menos conocida, sintetiza la magia del torero madrileño: de celeste y oro, con el
compás abierto, Chenel repuja un magnífico remate por bajo con la zurda para
terminar de ahormar la desasosegante embestida de un toro castaño. Detrás quedan
la Puerta de Alcalá y el palco real de Las Ventas, la plaza en la que cada
tarde, como cantaba con acierto Sabina, el maestro “descumplía años por naturales”.
"Antoñete" por Escacena |
2 comentarios:
buy buena la entrada querido amigo, y la pintura excelente. Gracias siempre por rendir honores a los grandes maestros. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Querido Pepe,
gracias a ti. Como siempre, me encanta contar con tus comentarios. Es lo mínimo que puedo hacer por el maestro recientemente fallecido.
Un fuerte abrazo y mis mejores deseos para ti y tu estupendo blog,
Luis
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