¿Cambia todo tanto?. "Sin duda", afirma. Y en cierto modo la evolución y la mudanza de los sentimientos fue parte de la charla que mantuvimos junto al pintor Luis Pineda. "Fíjate, la propia paternidad te hace irreconocible, incluso para uno mismo, en pocos años". Saltos en el tiempo que tocan al arte, al concepto de tu obra y al trabajo, haciendo suyas las palabras del profesor Gerardo Pereiro: la evolución es creatividad. La evolución es arte.
Creatividad al servicio del espectador más allá de ese artista encasillado en que "pinta como en una foto", expresión más usual ante sus óleos y grafitos. Y es que uno, a todo esto, no resiste la tentación de perder pasos ante sus cuadros y escudriñar su obra. ¿Nadie repara en que no es el cartelista taurino al uso? ¿ni en los arriesgados encuadres de sus tablas? ¿ni en que no hallamos capote alguno con un nombre marcado en él, sin hacer al torero reconocible?. Eloy está acostumbrado. Sencillo y cercano hace más grande su trabajo, esas pequeñas tablas que no son más que espejos del alma taurina. Genial e imprescindible.
¡Enhorabuena artista!.
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