En 1954 Dalí creó una falla cuyo argumento se centra en una corrida de toros: la plaza es una paellera y el matador ocupa el centro hundiéndose en arroz, siendo ovacionado desde los tendidos por brazos. Por otra parte, el toro, lejos de ser arrastrado por el clásico tiro de mulillas, es izado por un dragón-autogiro. Preside la escena una enorme cabeza mitad Dalí, mitad Picasso. Y en el exterior del recinto se distinguen cuerpos sin cabeza que por lo visto aluden la figura de San Sebastián. Esta personalísima recreación no gustó ni a la prensa ni al público por lo que el fuego se la llevó por delante.
El genial pintor catalán relató posteriormente el suceso al que llamó corrida litúrgica en su “Diario de un genio” (Tusquets Editores), texto no taurino pero que os recomiendo por lo ameno y desenfadado. En él describe parte de la escenografía de la falla, lo que nos permite conocerla mejor. Además, siendo como era un artista consciente de la cultura de masas, señala en el mismo libro que “muchos empiezan a preguntarse si no se ha celebrado ya (la citada corrida)”. Más tarde, en septiembre de 1958, Dalí recogió en ese mismo diario unas notas de prensa entre las que se encontraba una fechada en Barcelona que cita al pintor y al matador Luis Miguel Dominguín. Al parecer ambos tenían decidido organizar una corrida surrealista, con autogiro y todo, que culminaría con la coronación de Gala disfrazada de Leda por parte del diestro mientras Dalí saldría desnudo del interior de un huevo.
Con razón su lema era “que se hable de Dalí, aunque se hable bien”.
El genial pintor catalán relató posteriormente el suceso al que llamó corrida litúrgica en su “Diario de un genio” (Tusquets Editores), texto no taurino pero que os recomiendo por lo ameno y desenfadado. En él describe parte de la escenografía de la falla, lo que nos permite conocerla mejor. Además, siendo como era un artista consciente de la cultura de masas, señala en el mismo libro que “muchos empiezan a preguntarse si no se ha celebrado ya (la citada corrida)”. Más tarde, en septiembre de 1958, Dalí recogió en ese mismo diario unas notas de prensa entre las que se encontraba una fechada en Barcelona que cita al pintor y al matador Luis Miguel Dominguín. Al parecer ambos tenían decidido organizar una corrida surrealista, con autogiro y todo, que culminaría con la coronación de Gala disfrazada de Leda por parte del diestro mientras Dalí saldría desnudo del interior de un huevo.
Con razón su lema era “que se hable de Dalí, aunque se hable bien”.
Arriba, dos temperamentos frente a frente: Dalí y El Cordobés (Diario Hoy Extremadura).
Abajo, imagen de la recreación en pasta de papel y madera de la citada falla daliniana(Dali News. Sala de exposiciones Casa del Cordón, Burgos).
3 comentarios:
Ya veo que has aprovechado las vacaciones. Me parece muy curiosa e interesante tu entrada. Lo que no sé si lo sería tanto es lo de la corrida surrealista, aunque yo reservaría una entrada, por supuesto.
Un saludo
Estimado Enrique Martín,
Gracias por tu comentario. En verdad no he desconectado del todo del mundo taurino. Tampoco lo busco y de ahí la entrada.
Comparto tu idea sobre la corrida surrealista, sería algo distinto a lo habitual. Como anécdota no está mal.
Un vez más gracias y sigue dándonos esas pinceladas en Toros Grada 6 entre la actualidad y la Historia más documentada.
Un abrazo,
Luis
buscandole otra pata al gato.. no encuentran como hacer ver a Dalí un taurino, cuando sabemos que estaba completamente en contra de las corridas. Por algo quemaron su falla! lo siento, no me gusta que manchen la reputación de un artista al que admiro.
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