miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cafelito con un artista: López Canito.

Soleada mañana típica del final de estación y de esta tópica latitud. Arribé al taller de José López Canito acompañado del también pintor taurino Luis Pineda. El cercano Batán, lugar de lances al viento de toreros de escuela, invitaba a esbozar apuntes.


Pero nada más fácil que acudir al cite a favor de querencia. Y es que José recibe tal y como es: gente de trato cordial y generoso. Podría hacer suya la frase del genial realista Gustave Courbet que dice “es el mundo el que viene hacerse pintor a mi casa”, pues no esconde secretos entre el bohemio desorden. Ensayo y error en su quehacer que desnuda misterios, como pintar abanicos con castiza gracia, algo que revela entusiasmado. Y al fondo del laberíntico estudio-museo de fotos, dibujos, carteles y lienzos, dos imponentes cabezas de toro afrontadas vigilan que sólo sean las musas las que se acomoden junto a su caballete muy temprano. Musas que, a diario, juegan con su pelo cano seduciéndole hasta encadenarle a su obra. Ahora, es una tela en tonos grises de José Tomás toreando desmayado con la mano muy baja. “Me tiene confundido el tío” –bromea- “¿te crees que ahora va y se corta el pelo?... ¡me jode todo lo que tenía hecho!”. Y con el mismo humor repasa su vida, esa que dio un vuelco lejos de aquí, en Venezuela. Dibujante en programas de televisión en vivo, intervino en alguna obra de teatro hasta que comenzó a exponer en plazas de primera como Valencia, Sevilla y Madrid.


Inquieto, cuesta imaginar que en algún momento haga una pausa en los preparativos de su próxima exposición en Almendralejo (Badajoz) o de su viaje a México. Tan pronto nos pide opinión como se ríe de si mismo y del mundo. Con sarcasmo, dice que son pocos ya los que “se prostituyen” como él dedicándose a esto, solo frente al ensabanao y cinqueño lienzo sin otros subalternos de faena que sus pinceles. ¡Dichoso aquel que como tú es meretriz y comadre de sus sueños!.


Y es que, como me decía Luis de regreso a casa, Canito podrá ser admirado por unos y criticado por otros; podrá gustar o no, pero es necesario. Y eso, para los que todavía nos deslumbra su obra, basta.


Diferentes momentos del encuentro con el genial artista manchego en su taller de Madrid (fotos Luis López).

Bonito detalle.
Comparto con vosotros el precioso dibujo dedicado. En pocas pinceladas, Canito recrea un personal pase cambiado. ¡Gracias maestro!.

* * *

Más sobre la obra de López Canito en su web

1 comentario:

Enrique Martín dijo...

Luis:
Cuanta envidia me dan estos maestros del pincel. Y que no se preocupe, que a José Tomás le volverá a crecer el pelo.
Un saludo