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jueves, 1 de mayo de 2014

Exposición: Joselito y Belmonte en Las Ventas.

Desde el pasado 29 de abril en la sala 'Antonio Bienvenida' (Plaza de toros de Las Ventas) podemos disfrutar de la exposición 'Joselito y Belmonte: 2 de mayo de 1914 – 2 de mayo de 2014. Cien años de su primera corrida juntos en la plaza de Madrid'.
   
  La exposición muestra, entre otros, objetos propiedad de ambos diestros, fotografías –algunas inéditas- de los dos toreros, libros que descubren sus respectivas personalidades y pinturas y esculturas que Joselito y Belmonte han inspirado a diferentes artistas. De algunas de las obras os dejo una muestra.

  La exposición estará abierta al público hasta el día 25 de mayo y podrá visitarse en la sala 'Antonio Bienvenida' y la vitrina del tendido 1 de la plaza de toros de Las Ventas. 

 "Ganó la apuesta" (Gallito), óleo sobre lienzo de M. Salvatella


"Estocada de Belmonte", apunte sobre papel de Martínez de León

 Belmonte recuerda a José en este apunte de Antonio Casero


 Belmonte según la pluma de Roberto Domingo


"Se aguó la tarde", óleo sobre lienzo de M. Salvatella

(fotos: Luis López)
 

miércoles, 16 de abril de 2014

Enredando en la red: "Roberto Domingo"

Una muy interesante iniciativa en la red que tiene como motivo central la vida y obra del gran pintor Roberto Domingo (París, 1883- Madrid, 1956). Merece la pena seguir sus actualizaciones regulares relativas a toda su obra.

Web: Roberto Domingo

"Roberto Domingo en el estudio"
"La grisalla" (gouache  - 14,9 x 15,9)

"Muerte de Granero" (1922. Gouache sobre papel - 48 x 64)

"Manolo Bienvenida" (Óleo sobre lienzo - 78,8 x  63,5)

domingo, 21 de julio de 2013

Libro: “El libro de Cañero”.



Hace unos días me hice con un ejemplar aun sin guillotinar de “El libro de Cañero”, texto escrito por Rogelio García Pérez (“El terrible Pérez”) supuestamente en 1926. Y digo supuestamente pues no aparece año de edición y porque esta rápida biografía del rejoneador cordobés extiende sus datos hasta esa fecha. Libro que llamó poderosamente mi atención por las ilustraciones del notable dibujante taurino Ricardo Marín (1874 – 1942) y una página desplegable con un apunte del gran Roberto Domingo (1883 – 1956). El autor se confiesa amigo de Antonio Cañero Baena (1885 – 1952) al que acompañó en triunfos, cogidas y una enfermedad que casi le causó la muerte. De hecho, el libro podría bien llamarse “lo que de Antonio Cañero sé por mi”.

El caballero rejoneador nació en Córdoba en el seno de una familia de jinetes. Heredero de las grandes cualidades ecuestres de su padre, pronto empezó a saltar en concursos distinguiéndose en los hipódromos de España, Francia y Portugal. Militar de profesión, comenzó su andadura taurina toreando entre 1913 y 1917 un gran número de corridas benéficas. En ese tiempo sufrió tres graves percances (Córdoba, Palma del Río y San Roque). En 1918 volvió al ejército ascendiendo a capitán y fue quien en 1921 organizó y toreó una corrida patriótica de gran éxito en Madrid.


Su primera salida a ruedos franceses fue en Dax, donde entusiasmó al público galo hasta el punto de torear en varias plazas del sur de Francia. En 1923 lidió 23 corridas alcanzando al año siguiente cerca de 60 festejos. Pero  triunfal fue la temporada del año 25 al ser la base de los mejores carteles, llenando las plazas de primera y terminando por torear, incluso, en París. En 1926 perdió más de la mitad de la temporada de resultas de una grave cogida en Bilbao, quedándose ahí esta biografía a la espera de la temporada del año 27. 

Dcha.: Apuntes de Ricardo Marín


Cuenta el libro con secciones firmadas por los críticos del momento, impresiones de sus actuaciones en Francia y Portugal y un extenso capítulo con opiniones de nombres de la época como Machaquito, Benlliure, Belmonte, Bombita, Manuel Machado, Vicente Pastor y Sánchez Mejías y plumas de peso taurómaco como K-Hito, Caballero Audaz, Uno al Sesgo y Don Ventura.





Preguntada sobre...

“¿Qué opina de Cañero?

Que en su arte sin igual

- que es una cosa divina –

Cañero no halla rival.

Lo afirma...


                                             Imperio Argentina


Desplegable  en la página 96 de Roberto Domingo


sábado, 24 de marzo de 2012

¿Quién da más?...


 La Sala Retiro tiene programada para el miércoles 28 de marzo una subasta en la que se puede pujar por algunas obras centradas en el mundo del toro.

 

Por un lado encontramos la serie “El niño toro”, tintas, acuarelas y textos sobre papel del canario Manolo Miralles. Se trata de un artista que en su tiempo jugó con la ventaja del contacto con los supervivientes del grupo superrealista canario para desarrollar su obra y cuya presencia en la estética española contemporánea no desapareció con su muerte.




   Otro lote a subasta es una obra del maestro Roberto Domingo, “Un toro codicioso” (óleo sobre lienzo, 56 x 61), en el que un astado hurga en los bajos de un caballo sin peto ante la mirada de los actores de la lidia.

"Un toro codicioso", de Roberto Domingo.
 
De no pujar por dichas obras, la sala suele tenerlas expuestas a los visitantes que deseen pasarse por su sede en el madrileño barrio de Retiro (Avenida Menéndez Pelayo 3 y 5 - Madrid)

 

domingo, 12 de diciembre de 2010

Manolete visto por Domingo.

Hace poco que un buen amigo de esta bitácora me hizo llegar abundante material gráfico que desde entonces archivo como propio. Gracias...
'
Y ahora, como tal lo comparto con todos vosotros. De momento van por delante estas postales con apuntes del maestro Roberto Domingo dedicadas al monstruo del toreo, Manolete. Que las disfrutéis.
Encabeza la postal: "Corrida de Toledo - 20 de Agosto - Manolete en el segundo".

Arriba, Manolete con la derecha. Debajo, la postal lleva escrito de puño y letra del pintor: "Manolete. Aranjuez - 4 Septiembre 1942"

martes, 14 de septiembre de 2010

Cafelito con un artista: Roberto Domingo.

Nos situamos en septiembre de 1.945 para vernos cara a cara con el gran pintor taurino Roberto Domingo en su estudio de la madrileña calle Goya (hoy es un edificio en reforma del que pido que se conserve la placa a él dedicada en la fachada). En una entrevista concedida a “El Ruedo” hace ahora 65 años, el artista repasa su vida y da su opinión sobre la Fiesta. Espero que os guste.
* * *
¿De dónde es usted?
Nací en París pero soy español. Mi padre era pintor pero muy aficionado a la Fiesta, como que fue el que a fuerza de hablarme de toros hizo que yo, desde que cogí los pinceles, prefiriera este tema. Así que empecé a pintar temas taurinos sin haber visto ninguna corrida.

¿Y cuál fue la primera corrida que vio?
Debió ser por el año 1.903 y curiosamente fue en París. Torearon Lagartijo y un torero francés, Félix Robert. Este resultó cogido y Lagartijo tuvo que despachar toda la corrida. Después, las corridas fueron prohibidas en París.

¿Cuál fue la causa de su viaje a España?.
Mi deseo de pintar toros. Mi padre me aconsejó que viniera aquí una temporada y, la verdad, no he tenido ocasión de volver a pesar de que han pasado ya cerca de 40 años. Llegué a Madrid en 1.906.

¿Le causó una impresión especial ver una corrida en la capital del toreo?
Si pero fue decepcionante, como lo oye. La primera que vi fue en febrero, una novillada en pleno invierno. Por la mañana estuvo nevando y el festejo se celebró bajo un cielo gris que restaba ambiente.
Así que su propósito, al venir a Madrid, era sólo pasar una breve temporada…
Efectivamente, pero los familiares que tenía aquí insistieron mucho y me quedé. Yo vine con la idea de pintar toros. Eso es lo que hice y es lo que hago. Naturalmente, desde 1.906 he sido espectador asiduo y he presenciado momentos gloriosos y trágicos.

Por ejemplo…
He visto varias cogidas mortales, las de Alcalareño, Gavira, Pascual Márquez, Miguel Freg… pero como la de Granero ninguna tan impresionante en su horror. El terrible espectáculo de aquel hombre con la cabeza destrozada y tronchado como un pelele no se me olvidará jamás. Y la tarde que salí más satisfecho de una plaza fue la de la despedida de Belmonte en Madrid, junto a Corrochano y Lalanda. Belmonte salió en hombros apoteósicamente; es el torero que más me ha apasionado a pesar de que a mi, en conjunto, me cautivaba más la gracia afiligranada de Rafael “El Gallo”.
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¿Nunca ha sentido deseos de dejar el tendido y “bajar al ruedo”?

Jamás, y he asistido a infinidad de tientas y festivales. Pero me ha contenido un miedo insuperable. El torero tiene un mérito extraordinario sólo por llegar a la plaza y, de acuerdo con esto, yo nunca protesto. Aplaudo siempre.

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¿Dibuja en la plaza?
No, soy muy tímido para eso. Me coacciona el espectador de al lado, la sola posibilidad de que se interese por lo que hago. Me pasa al contrario que a otros dibujantes a los que sólo les agrada la curiosidad que despiertan sus apuntes y dejan que el bloc pase de mano en mano por todo el tendido. Tengo buena retentiva y después, en casa, reproduzco en cartulina los momentos que han quedado en mi retina. Mis amigos dicen que yo sé pintar de toros, pero que no entiendo una palabra como aficionado.

Y ahora, ¿de qué torero se siente partidario?
En esta época, Manolete es el primero. Y que conste que soy más amigo de Arruza, pero creo que el toreo tiene una tradición, un clasicismo, unas reglas y una escuela que hay que respetar. Para mí, Arruza es el mejor banderillero de todos los tiempos. Hoy hay más espectadores pero son menos los entendidos. La prueba es que la mayoría van a la plaza sin saber de quién son los toros que van a lidiarse.


Arriba "Toreros", gouache de Roberto Domingo.

Sobre estas líneas, "Un pase del Gallo" (óleo sobre tabla) del mismo autor.

Ese toro se lo brindó el diestro a la actriz María Guerrero en la Feria de Sevilla de 1.913.

domingo, 30 de diciembre de 2007

Pintores taurinos: Roberto Domingo

No voy a emprender esta andadura sin estar acompañado por los mejores. Uno de ellos ha sido, es y será Roberto Domingo (1883 - 1956). Es el pintor que ilustra con su luz, movimiento y colorido la mayor parte de la cartelería taurina del pasado siglo. Ahora, sus dibujos, apuntes y cuadros originales son objeto de coleccionista.

Creó escuela con una obra heredera del impresionismo, llena de color y abarcando todos los aspectos del toreo, hasta los detalles más insignificantes. De niño fue amigo de otro gran artista taurino, Mariano Benlliure y era habitual de las tertulias de Zuloaga. Particularmente, la pintura de Domingo no solo tiene un claro acento taurino, al tiempo sabe plasmar el calor de la fiesta de toros en encierros, capeas, suertes de la lidia y diestros de fisonomía fuerte y reconocible. Paseando por la calle Goya de Madrid, casi esquina con Principe de Vergara, está la casa en la que vivió hasta su fallecimiento. Contemplando la placa en la fachada vienen a mi memoria los apuntes de José y Juan, Manolete...


Roberto Domingo.
Tercio de varas para un cartel de la Plaza de Toros de Alicante.